En un entorno donde las bandejas de entrada están saturadas, destacar requiere estrategia, creatividad y empatía. En We Rock Brand sabemos que el contenido bien pensado puede convertir correos comunes en herramientas de alto impacto; a continuación, te presentamos las siguientes opciones de contenido:

Contenido de valor: Informar y educar

Uno de los mayores errores que cometen muchas marcas es usar el email solo como canal de venta. La forma más efectiva de mantener a tus suscriptores interesados, es ofrecerles valor constante, no únicamente de descuentos, sino de conocimiento.

Puedes compartir:

• Artículos de blog con información útil.
• Guías prácticas que resuelvan un problema específico.
• Infografías visuales
• Videos cortos
• Curaduría de contenido

Crear cercanía y confianza

Si tus lectores sienten que hay una persona detrás de la pantalla y no una máquina que solo quiere venderles, es más probable que abran tus correos, los lean e interactúen. La forma de lograrlo es:

• Compartir relatos reales o anécdotas relacionadas con tu marca.
• Mostrar el lado humano del negocio: historias del equipo, procesos detrás del producto, experiencias con clientes.
• Encuestas o preguntas abiertas invitándolos a participar y a ser escuchados.
• Correos sin intención de venta

Vender

Vender es parte fundamental del email marketing, lo importante es hacerlo de forma inteligente y sin forzar. Los correos que solo empujan descuentos sin contexto suelen pasar desapercibidos, es mejor crear campañas que conecten y que hagan sentir al lector que esa oferta fue pensada especialmente para él.

Algunas formas que han funcionado, son:

• Ofertas exclusivas para suscriptores.
• Lanzamientos con una historia que atrape.
• Descuentos personalizados.
• Promociones o cupos limitados.

Cuando la venta está bien planteada, con buen diseño, un mensaje claro y coherencia con la marca, la gente responde. Porque no se trata solo de vender, sino de hacerlo con sentido.

Lejos de desaparecer, el email marketing se sigue fortaleciendo. Los contenidos que funcionan hoy son los que respetan la atención del lector, que se enfocan en aportar valor y que están diseñados con propósito.